martes, 15 de marzo de 2011

Lo que esconde Manuel.

".. para aquellos que poseen el discernimiento sutil de un artista, un vislumbre de sencillez, es suficiente para reconocer la obra maestra..."

Manuel, era dueño de ello.
Pero opacaba, aún sin quererlo.
Y es que esa mezcla perfecta de humildad y grandeza, lo delataba de entre todos.
Ruidos, existen de todas las formas y colores. Pero de su ruido,ya, quedan pocos.
Promesas silenciosas, anudadas en sus muñecas, forman un arcoiris de pulseras desteñidas por el tiempo, que vienen a recordarle cuánto ha dejado en manos y vidas ajenas, quien es y con cuanto cuenta.
Un elegido del de arriba, que sabe encontrale a cada día, la magia sencilla y perspicaz, que hace de ése, la oportunidad irreversible de vivir la vida a cada instante.
Manuel se desdibuja entre la locura y la sanidad, deja acariciarse por el viento y cobijarse bajo los imponentes rayos del sol.
Pisar descalzo el pasto verde y poder descubrir el más alla, de lo más simple, de lo común, de lo arriesgado, de lo obsoleto por el tiempo.
Algo saca de cada ser y cada cosa, algo se lleva, siempre algo suma a su mochila de bitácoras.
Amante de la libertad sin tachas. Quijote de la crónica diaria.
El es, Manuel.







martes, 1 de marzo de 2011

El día que yo cambié.

"...y así después de esperar tanto,
un día como cualquier otro decidí triunfar..
.decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasís,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad para ser feliz.
Aquél día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquél día dejé de temer a perder y empecé a temer por no ganar.
Descubrí que yo no era el mejor y que quizás nunca lo fui.
Me dejó de importar quien ganara o perdiera,
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima,
sino nunca dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo es tener el derecho de llamar a alguien Amigo.
Desvubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento,
el amor es una filosofía de vida.
Aquél día deje de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados
y empecé a ser mi propia tenue luz de éste presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz, si no iluminas la vida de los demás.
Aquél día decidí cambiar tantas cosas..
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquél día ya no duermo para descansar..
ahora simplemente duermo para soñar"
Walt E. Disney