sábado, 16 de octubre de 2010

Hay que cambiar de estilo, hay que cambiar de mirar


Hoy,día de locos. Aún así desparramando pensamientos vacíos , pocos razonables aunque también ciertos, me animaba a salir a la calle, y caminar sin destino. Supongo que era signo de esa necesidad de salir del encierro y respirar un poco del aire frío, de este día de sol, que ahora, está termin ando.

Mis ojos, y la mente caminaban junto a mis pies, dispuestos a intentar entender el porqué de tantas caras solayadas de memorias. Esas caras que poco dicen de alegría exteriorizada, pero que mucho hablan de una rutina que parece no terminar, de cansancio y escasas ganas.

Poco sincero me pareció ver aquello, desde afuera, como si fuese un fenómeno que no he decubierto aún, eso de, la gente dormida, esos que se hacen llamar los sonámbulos de la vida. Porque yo, soy una más del clan.

Lamentable es decirlo, pero clave asumirlo. Es la única forma posible de

elegir
cambiar de rumbo, de vida, de camino.

Es que es inevitable no desesperar ante la torpe sincronía que menejan a menudo, los pasos que uno no quiere dar.

Hay que cambiar de estilo, hay que cambiar de mirar.

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